El efecto del cambio climático en la minería


Ref: https://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/mineria-ilegal-en-colombia-problematica-ambiental-y-economica/16460194/1/index.html

La minería, principalmente, la minería a cielo abierto es uno de los peores enemigos del medio ambiente. Es una actividad que ataca, destruye y hace sufrir a la naturaleza y a todo lo que la rodea, incluyendo, por supuesto, a los seres humanos.

Esta minería a cielo abierto, MCA, es una actividad industrial que provoca grandes y serios problemas ambientales, sociales y culturales. Es un negocio en beneficio de pocos a costa de muchos, donde, lamentablemente, el dinero que gira en torno a esta actividad es sumamente elevado que termina solventando el silencio de muchos para poder continuar con este agresivo negocio.

 El elevado impacto medioambiental de la MCA recae sobre la esencia de su actividad, la cual se basa en la remoción, a cielo abierto, de importantes cantidades de suelo y subsuelo que luego se procesan para extraer el mineral. En muchas ocasiones, la tierra removida es excesivamente superior a lo que se termina extrayendo. Pero lo peor de esta minería es cómo se lleva a cabo y el empleo de sustancias altamente nocivas que integran su modus operandi.

En cuanto al cómo se lleva a cabo esta minería a cielo abierto, debemos hacer mención a la utilización de importantes maquinarias mineras (excavadoras, cintas transportadoras, entre muchas otras) y potentes insumos que son capaces de acabar con enormes superficies de tierra. De esta forma, maquinarias e insumos son empleados en las distintas etapas de la actividad minera, provocando, cada etapa en particular, sus propios impactos medioambientales.  

En Colombia No es un secreto que el éxito que ha tenido Colombia en los últimos años con la apertura al comercio internacional, su incremento en la inversión extranjera directa, su atractivo turístico, financiero y la estabilidad que dice proporcionar, es por ser uno de los países con las mayores reservas de carbón, y por los recientes hallazgos de crudo. Todo esto ha permitido que se incremente el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, la calidad de vida y el poder adquisitivo en el promedio de la población.

Pero, realmente ¿Qué pasa con las poblaciones vulneradas que se ven afectadas por el atropello de las multinacionales o de los grupos al margen de la ley, de la ineptitud de nuestros gobernantes y de la ceguera que produce al colombiano común?. La problemática a tratar obliga a hacer énfasis en el ser humano, cómo este debe ser el centro del desarrollo. 

Todo país debe luchar en pro de reducirlas cifras de discriminación y segregación, este, como eje fundamental de cualquier gobierno, debe velar y proteger a todas las víctimas, garantizara todas las poblaciones y redes estructurantes, desde acueducto, malla vial, redes de energía y gas, equipamientos educativos, de salud, culturales, deportivos, administrativos, cobertura de sistemas de transporte, ubicación de vivienda hasta centros de atención social y de justicia.

En Colombia, un país con reconocimiento pluriétnico y multicultural, los Jiw y Nükak, importantes grupos étnicos de la Nación, han sido desalojados de los departamentos del Meta y Guaviare por los megaproyectos de explotación minera que han afectado directamente las posibilidades de acceso a la región y el uso de sus recursos naturales. Otro claro ejemplo de ello, es el caso de Mandé Norte en el que en el año 2005 el gobierno autorizó a la multinacional Muriel Mining para que, en un periodo de 30 años, realizará la extracción de oro, cobre y molibdeno. Sin embargo, las comunidades indígenas y afro descendientes que se encontraban asentadas allí, rechazaron de manera contundente la toma del territorio. Como consecuencia de lo anterior, quienes se opusieron al desarrollo de las operaciones de las multinacionales, fueron señalados de ser guerrilleros, y años más tarde la comunidad fue bombardeada dejando varias personas heridas y centenares de víctimas. 

Otra situación similar que evidencia la toma de las grandes empresas a los terrenos de pequeñas comunidades, fue el de Guamocó, territorio ubicado entre Antioquia y Bolívar, reconocido principalmente por tener una de las reservas de oro más grandes del mundo. Allí mismo también se encuentra petróleo, plata y otros materiales valiosos. En aquellas regiones habitan miles de personas que se ganan la vida por medio de la minería artesanal, viviendo así entre la abundancia de sus recursos y los constantes conflictos que estos generan. 

A mediados de 2011, hombres pertenecientes a un grupo que se hacía llamar “Las Águilas Negras” se tomaron Guamocó y asesinaron a tres personas, dejaron heridas a otras cuantas, amenazando con continuar torturando a personas si no aceptaba que sus tierras fueran utilizadas para la 33 extracción de oro por empresas multinacionales; dos semanas más tarde la compañía canadiense Midasco Capital llegó a la región alegando que contaba con las licencias necesarias para iniciar el proceso de explotación minera. Por su parte la comunidad Wayuu, en la Guajira, durante un largo tiempo ha estado afectada debido a las constantes explotaciones en el Cerrejón y a la pretensión que tienen grandes multinacionales junto al gobierno de desviar el río Ranchería, para así aumentar las operaciones en la mina e incrementar sus utilidades; situación similar a la que vive el pueblo U’wa que ha vivido en guerra por un largo tiempo con multinacionales petroleras que buscan apoderarse de su territorio para iniciar explotaciones mineras.

 En resumen la explotación minera es una de las mayores causales del cambio climático al afectar tanto a la población, a la fuentes hídricas y al ecosistema, todo esto se ve reflejado en la contaminación masiva del ambiente, aumentando el cambio climático en las zonas donde se explota de manera constante y a gran escala el subsuelo, esto es una problemática presente, en la cual tenemos que dar énfasis para buscar alternativas para ayudar a las comunidades o a los pobladores de estas zonas específicas.

El cambio climático ha tenido ciertos efectos sobre la variabilidad climática, producto de la emisión de gases de efecto invernadero y hasta destrucción de entornos naturales, por lo cual es necesario adaptarse a la incertidumbre que esto implica. Esta adaptación se entiende a los ajustes en sistemas humanos o naturales como respuesta a estímulos climáticos proyectados o que ya estamos viviendo, o sus efectos, que pueden moderar el daño.

Actuando en consecuencia a esta adaptación, muchos países han implementado ciertas estrategias en varios sectores, destacando el sector minero, para que se sigan realizando las actividades de extracción de recursos sin que esto implique el aumento en la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero y la destrucción total de ecosistemas. 

Bajo este concepto, se destaca para Colombia la implementación desde el año 2012 la  Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono (ECDBC) en la cual el Ministerio de Minas y Energía – MinMinas ha sido un punto focal para el trabajo colaborativo en los temas referentes al sector minero-energético. Por lo tanto, se formularon planes de acción para los sectores de minas e hidrocarburos, las cuales plantearon mecanismos de desarrollo y mejoras en el sector en cuanto a la reducción de accionantes del cambio climático. 

Planes y resoluciones como estas se pueden evidenciar en la gestión de gobierno de muchos países además de Colombia. Con base a estos mecanismos de adaptación a los efectos de la alteración de las condiciones climáticas globales, los objetivos son seguir buscando y proponiendo estrategias encaminadas a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, sin afectar el crecimiento y la prospección del sector minero. Además de proponer acciones de recuperación de los ecosistemas al finalizar la producción minera del lugar.

Para lograr esta correcta adaptación a los cambios en patrones que producen efectos climáticos y daños del entorno natural es necesario realizar charlas en cuanto al sector minero y a la comunidad afectada por la destrucción y contaminación ambiental que produce la minería. Para así crear un consenso de mejoría y reducción en cuanto a los efectos que produce la extracción minera en las zonas.

Como resultado parcial se esperaría una gestión de sostenibilidad del medio ambiente encaminado al sector minero, lo cual proyectará a priori a entornos naturales mejor preservados y a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

ref: https://www.minenergia.gov.co/cambio-climatico

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